Visitar el Santísimo

La práctica cristiana de este mes, propuesta por nuestros sacerdotes Visitar el Santísimo junto a nuestros hijos, en familia….

Estar en presencia del Santísimo es un acto de intimidad que a través de la oración se profundiza en la amistad con Dios. Es un momento de trato personal que nos permitirá profundizar en nuestra relación con el Señor, de responder ante Él de nuestros propósitos y de corresponder al amor de Dios.

Como a cualquier sitio al que no tenemos claro cómo llegar podemos acercarnos al Santísimo haciendo uso de la “tecnología” GPS -Gracias, Perdón, Súplica-, siendo éstas las fases más corrientes por las que podemos pasar en nuestra visita a la adoración eucarística. Las posibilidades son muy diversas, tras comenzar con un momento de recogimiento y oración en búsqueda del silencio interior podemos dedicar tiempo a la meditación de algún texto espiritual, otro tiempo a nuestro diálogo personal con el Señor y finalmente a pedir por nuestras necesidades. En fin, Dios quiera que hagamos de esta práctica junto con nuestros hijos y jóvenes un hábito común para iniciarlos a encontrarse con el Señor en la oración y que nos pueda reportar a todos un gran provecho espiritual como hijos de Dios.

Texto del Evangelio

Acercándose a sus discípulos, Jesús les dijo:

«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos». (Mt 28,18-20)

Práctica

Podemos tener en cuenta la siguiente guía para nuestra visita al Santísimo:

1º) Caer en la cuenta que nos encontramos en presencia del Señor.

2º) Nos persignamos.

3º) Oración preparatoria para preparar nuestro corazón

4º) Lectura del Evangelio del día, la Biblia o de algún texto espiritual.

5º) Hacemos silencio y meditamos. Qué pensamientos te suscita lo que acabas de leer. Escucha lo que te dice el Señor.

6º) Oración personal. Qué le digo yo al Señor y cuáles son mis propósitos.

Ejemplo de oración que precede a la lectura:

Alma de Cristo santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh, buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.

Exposición del Santísimo

 

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