Nuestro seminarista Antonio comparte con nosotros la meditación correspondiente a hoy quinto sábado de Pascua.
Sábado V de Pascua (16-5-2020)
“Porque no conocen al que me envió”
“Por eso el mundo os odia”. Que no te extrañe que la fe produzca tanto rechazo. El mundo tiene envidia del tesoro que hemos recibido: la relación personal con Dios por medio de Jesucristo. Jesús se hizo hombre y conocerlo es un regalo en tu vida, es un don de Dios inmerecido pero que por su misericordia has recibido. ¿Y por qué yo lo tengo y otros no?
La fe es un don que hay que pedir día a día, que es lo mismo que decir: Señor, permíteme estar contigo también hoy. Don, pero te exige ponerte en camino hacia Él. El mundo nos odia, pero porque hemos pedido a Dios poder conocerle y Él ha puesto en nuestro corazón el deseo que nos enciende en la búsqueda del amor, que te empuja a querer encontrarle. San Pablo dice: “el que no trabaja que no coma”. Si no te mueves a buscarle, nunca tomarás la mano que espera tendida a que tú la cojas. Por eso odian al Señor, porque esperan que les de sin esfuerzo lo que Él pide con trabajo, acogerle.
Alégrate, porque has tenido la gracia de conocer a Cristo. Nos perseguirán, pero no podrán apartarnos del amor de Dios. Una vez que te has encontrado con la mirada del Señor, nada te podrá apartar de Él, porque has encontrado a Aquel que no necesita palabras para decirte que te ama conociéndote perfectamente como tú eres, con tu historia, tus pecados, tus virtudes. El mundo tiene envidia, nos odia, pero que no nos lleve a enorgullecernos, sino que nos mueva a trasmitir a nuestros hermanos la alegría de conocer el amor de Dios, porque “si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra”.
Antonio, seminarista
Descargar: Meditación Sábado V Pascua (16-05-2020)
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